
La pasión por las almendras
Aún recuerdo ir al jardín de mis abuelos en Puerto Rico con mi abuelo a recoger almendras del suelo para luego esperar a que él me las abrieras y comerlas frescas. Era una experiencia única, eran cremosas, muy crujientes y la debilidad de mi madre y mi abuela… así empezó mi fascinación por ellas.
Para explicarte un poco más: hay muchos tipos de almendras y se clasifican en dulces y amargas. Las dulces son las que generalmente consumimos y las amargas se usan para hacer aceites con los que se elaboran licores como el Amaretto. Son unos de esos ingredientes milenarios que tienen una gran historia, incluso en la Biblia se habla de ellas como un símbolo de “aprobación divina” y en la época de los romanos las usaban como amuleto de fertilidad y justo de ahí nace la tradición de tenerlas presentes en las bodas y en la lista de los ingredientes afrodisiacos.
Se cultivan en California, Portugal, Italia, Marruecos y en España en donde el clima es perfecto para su cosecha. Los españoles producen varios tipos, mi favorita y más famosa a nivel mundial es la Marcona. Es la almendra más apreciada ya que requiere un clima y unos cuidados muy específicos y además, su dulce sabor es incomparable. Con ella puedes literalmente hacer lo que quieras en la cocina, pero para disfrutarla mejor hasta en una simple ensalada o acompañadas de cualquier bebida, suelo comerlas fritas en aceite de girasol con una pizca de sal como generalmente las encontramos en los mercados. La verdad, merecen la pena aunque te asustes con el precio. Luego entenderás por qué las añado a muchas de mis recetas.
Todas las almendras son altas en proteínas, fibra y ricas vitaminas y Omega 3 y 6 y hasta tienen una reputación de ser anticancerogénicas y ayudar a bajar los niveles de colesterol, ansiedad y prevenir enfermedades cardiacas. Perfectas como snack en una pequeña porción al natural (sin sal) pero también para añadirlas a una ensalada, yogur, salteado de pollo o carne, avena, cereal, postre, pan, un relleno y hasta en el arroz.
¡Conócelas!
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