
Hallar pareja después de los 30
Los días en que las mujeres se dedicaban a los hijos, al esposo y al hogar han quedado atrás (en su gran mayoría). El escenario común es una mujer educada, creativa, curiosa y luchadora que se esfuerza por alcanzar metas y logros en su vida personal, llenando así sus propias expectativas y convirtiéndose en un ser más feliz. Sin embargo, muchas de estas exitosas profesionales alcanzan (y pasan) sus 30 sin haber hallado a una pareja con quien construir un futuro. Ahora, no se trata de dar por sentado que una mujer no puede ser feliz siendo soltera, pero este no es el deseo para la mayoría. Si ya lograste tus metas en todos (o casi todos) los demás aspectos de tu vida, es hora de enfocarte en el romance.
Abre tu mente: Si tuviste una experiencia amarga en el campo romántico en el pasado, o has visto llorar a tus primas y amigas por un hombre más de una vez, de manera consciente o inconsciente puede que comiences a suponer que “los hombres son malos” o que “todos son iguales”. Aunque deseas encontrar el amor, tu instinto de protección te lleva a sabotear cualquier opción de tenerlo. Analiza tu posición mental al respecto de las relaciones y si realmente deseas hallar una pareja, deja ir tus prejuicios y ábrele la puerta a la posibilidad de amar.
Di que sí: El chico que trabaja contigo te invita a salir, y tú lo rechazas sin ser grosera porque no puedes imaginarte teniéndolo a él como pareja. A menos que el susodicho sea un alcohólico empedernido o tenga historial verídico de ser un mentiroso e infiel, no te apresures a cerrarle la puerta. Contrario a lo que sucede en los cuentos de hadas, muchas relaciones duraderas, amorosas y estables comienzan de la manera más plana y común. Aceptar salir a tomar una copa con un hombre no significa que deberás casarte con él, pero si estás deseando que el amor llegue a ti, debes darte la oportunidad de salir y conocer a hombres solteros. Si un chico te invita a salir, di que sí.
Busca donde debes: En cierta medida es real que “el amor llega cuando dejamos de buscarlo” pero si te estás creyendo que el hombre de tus sueños va a llegar a tocar a la puerta de tu casa, pronto vas a hallarte frente a la pared de la decepción. Piensa en el tipo de hombre que te gustaría encontrar y frecuenta sitios donde piensas que él podría estar. Por ejemplo, si te encanta bailar y deseas una pareja que lo disfrute también o alguien a quien por lo menos le interese, inscríbete en una clase de algún tipo de baile. Si te interesa un hombre académico que disfrute leyendo, frecuenta las librerías y bibliotecas.
Prioriza: De nuevo, si hay un equilibrio en los demás aspectos de tu vida, haz del romance una prioridad. Escoge salir con tus amigas a un evento de speed dating en vez de quedarte en casa viendo tu serie favorita, déjales saber a tus amigos que te interesa que te presenten chicos solteros, ábrete a actividades sociales donde puedas potencialmente conocer nuevas personas. No se trata de que te obligues a hacer cosas que no te gustan, pero sí de que te amplíes tu rango de posibilidades.
Balance: Si bien es cierto que no puedes (o debes) conformarte con el “primero que aparezca” sí debes tener cuidado en la manera en que juzgas a tus parejas potenciales. Hay ciertas cosas que son intolerables (el abuso de drogas, el maltrato físico, la falta sistemática de empleo, etc.) y otras que aunque molestas son mínimas (el tamaño de su nariz, el hecho de que le encanta el fútbol, que escuche un tipo de música distinto al que te gusta). Recuerda que tú también eres un ser humano y por ende, imperfecta. Los príncipes azules existen en las fantasías de la infancia, no en la realidad de una pareja adulta.
Comentarios