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Siempre Mujer
Mi pareja ve videos XXX
A más de una mujer le ha ocurrido que al revisar el historial de búsquedas de Internet de sus parejas (que en realidad no está nada bien hecho) o llegar un poco más temprano a casa, se encuentran con la sorpresa de que él es un consumidor ávido de videos pornográficos. La reacción inicial de muchas puede ser una devastadora sensación de traición; sin embargo, el consumo de material XXX va más allá.
Asunto personal
Las primeras experiencias con la sexualidad, tanto de hombres como de mujeres, suelen darse en la intimidad. En la medida en que las hormonas adolescentes atacan, comenzamos a explorar con nuestros gustos, sensaciones y deseos. El consumo de pornografía es algo que puede mantenerse y que no tiene (necesariamente) una relación directa con la satisfacción en la relación, sino con alcanzar ciertos niveles de placer que sólo se logran en la intimidad.
Para muchos hombres masturbarse es una manera de liberar tensiones acumuladas en todos los aspectos de su vida y la pornografía les sirve como una herramienta. En ese caso no se trata tanto del aspecto erótico como de una forma de descarga. En estos casos es importante respetar los espacios de privacidad de la pareja y no pretender que él cambie un comportamiento que le ofrece beneficios.
Hipersexualidad
La hipersexualidad es un deseo sexual creciente que lleva a muchos hombres a desear tener como mínimo 7 orgasmos semanales. La ansiedad y la sensación de vacío pueden llevar a que él busque la sensación de placer instantánea que le produce consumir pornografía. Este fenómeno es mucho más común en los hombres.
Adicción al sexo
En un extremo el consumo desmedido de pornografía puede ser un síntoma claro de una adicción sexual. Para quienes sufren de esta enfermedad, el deseo continuo de masturbarse y tener encuentros sexuales gobierna sus pensamientos y acciones y los extremos a los que llegan para suplir dicha necesidad no son normales. Las adicciones afectan a la persona a nivel emocional, laboral, económico y social y la mejor alternativa para enfrentarlas es buscar ayuda profesional.
Aunque es cierto que cuando nos encontramos en una relación romántica nos gusta pensar que somos el único objeto de deseo de nuestra pareja, eso es raramente el caso (piensa que tú también fantaseas con actores o hasta con personas reales que encuentras atractivas), lo importante es entender que hay instancias individuales que no tienen que afectar la relación y que si lo hacen, debe buscarse ayuda.
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