
8 consejos para tener sexo cuando se tienen hijos
Quienes son padres saben lo que implica tener hijos en casa. Inevitablemente la vida en pareja se ve imposibilitada, incluso muchos se preguntan: ¿Y ahora cómo podemos tener sexo? ¿Cómo hacemos para que ellos no se den cuenta?
La intimidad de la pareja no tiene por qué verse dañada cuando los niños son el centro de nuestro hogar, ni mucho menos nuestros sueños, deseos y metas.
Aunque suene difícil decirlo, los niños están de paso. Algún día ellos crecerán y formarán su propia familia. ¡Todo es un ciclo! Por esa razón, no debes frenar lo que tanto deseas.
La llegada de un bebé es la consecuencia del amor de ambos y aunque son un regalo de la vida nunca se debe olvidar que ante todo somos personas; por lo tanto, también debemos dedicar tiempo a nosotros.
Con la colaboración del sexólogo Ian Kerner y otras ideas, te ofrecemos 8 consejos para que puedas disfrutar de tu vida sexual y afectiva con tu esposo o chico a pesar de tener niños.
Solo tú y él: Dormir con los hijos es un placer inmenso, pero esa acción puede comenzar a dañar la relación pues el punto de encuentro al final del día es la cama; por lo tanto, el bebé tiene que dormir solo. A las madres nos cuesta un poco asimilarlo, pero es un bien para todos.
Horarios: Como madre puedes hacerles un horario a tus hijos. Hay momentos para jugar, estudiar y descansar. De esta manera, se hacen una rutina y tú ya sabes a qué hora tienes tiempo para ti.
Si tu bebé se despierta por las noches y duerme durante el día, el hecho de que ambos trabajen no es excusa para no fortalecer la intimidad. Levántense más temprano para tener algunos minutos juntos o si algún día de la semana ambos salen temprano de la oficina pueden planear unas horas a solas. Los niños en ese tiempo pueden estar en clases de natación, fútbol o gimnasia.
Canaliza la intimidad sexual fuera de la habitación: Los estudios demuestran que un abrazo de 30 segundos aumenta la oxitocina en hombres y mujeres. La oxitocina es la hormona del amor y permite sentir confianza. La intimidad no solo debe ser sexual sino también afectiva.
Sexy: Muchas mujeres que son madres afirman que luego de tener a su bebé no se sienten atractivas; sin embargo, debes dejar que tu pareja sepa qué puede hacer para cambiar ese pensamiento.
Llámalo por su nombre: Utilizar el apodo “mamá” o “papá” para llamar a tu pareja sustituye la imagen de la persona que amas. ¡No lo hagas! Antes, durante y después de los niños seguirá siendo “Karla” o “Raúl”.
Pijamada: Ponte de acuerdo con tu vecina o con los abuelos para que una vez por semana tus hijos puedan ir a su casa. Un encuentro como este es necesario y puede llegar a ser muy romántico. Ir al cine, a un hotel, a la playa o quedarse en casa son excelentes alternativas para refrescar la vida con el padre de tus hijos o bien con tu pareja.
En la ducha: El pretexto de convertir la ducha en tu mejor amiga es genial. Él se lava los dientes mientras tú te duchas. Eso sí, tiene que ser un rapidín, pero en caso de mucho estrés sí funciona. Sabemos que la privacidad no existe cuando hay hijos, pero hay que ingeniárselas.
Viajar juntos y solos: Planear un viaje solos y juntos al año no hace daño. Es una manera de rejuvenecer la relación, de darle un nuevo aire. Perderse en un panorama distinto sin obligaciones es como inyectarle renovación a la vida en pareja.
No hay duda de que los hijos llegan a completar una familia, pero ese hogar lo sostienen dos personas que se aman. Un niño feliz es parte de una familia feliz, así que encuentren la manera de amarse, compartir y vivir instantes hermosos.
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