Mi pareja se masturba, ¿qué hago?

Afirmativo, los hombres se masturban. Los datos lo comprueban.

Una investigación anónima y online hecha por National Survey of Sexual Health and Behavior de la Universidad de Indiana a poco más de 5800 estadounidenses entre los 14 y los 94 años en el 2009, reveló que en promedio el 78% de los encuestados de más de 14 años se masturbaron en algún momento de sus vidas. Mientras que los hombres de más de 30 años aseguraron haberse masturbado; es decir, representó el 93,4%.

Está demostrado que “tocarse” aumenta los niveles de oxitocina en ambos sexos, lo que ayuda a reforzar el sistema inmunitario, ya que al eyacular se liberan hormonas como el cortisol, que mejoran las defensas. Además, reduce las infecciones o enfermedades del tracto urinario. Incluso, un estudio publicado por la revista de urología BJU International afirmó que los hombres entre 20 y 50 años que se masturben tendrán menos posibilidades de padecer de tumores en la próstata.

Siempre Mujer consultó a Margarita Murillo, psicóloga especialista en sexualidad y directora de la Fundación para la promoción de la salud y el bienestar sexual, laboral y recreativo (FUDHI), para entender mejor este comportamiento y la forma correcta en que debemos reaccionar.

S.M. ¿El hombre se masturba?

M.M. Todos nos masturbamos, tanto hombres como mujeres. Es un prejuicio pensar que solo ellos lo hacen porque tienen los órganos genitales externos. Lo que sucede es que se asocia como una creencia, que si alguien se masturba es porque la pareja no lo satisface.

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M.M. Esto sucede de manera inconsciente. Los hombres tienen menos espacios para expresar y hablar de sus emociones, lo que sin duda alguna, descubren que la masturbación es un “tranquilizante” o una forma de aliviarse. El asunto es que si no son conscientes de esto, se convierte en un asunto complicado para la pareja.

Incluso, si una mujer se masturba muy constantemente, el hombre pensaría que no la satisface. Hay que separar formas de sentir placer. El placer de la masturbación y del acto coital son dos cosas diferentes, necesarias e independientes.

Si el vínculo de la pareja está afectado, por otras razones emocionales, la masturbación se vería como una amenaza al vínculo. Pero, si la pareja tiene un vínculo maduro, la masturbación es una forma de estimular la energía sexual y luego buscar compartirla. Incluso se pueden masturbar mutuamente o por mirar alguna fantasía que alguno de los dos quiere vivir.

S.M. ¿Qué debo hacer si encuentro a mi chico “tocándose”?

M.M. Primero que todo no lo veas con prejuicio y no compitas con la masturbación. Tú como pareja eres más importante que la masturbación. No es amenazante, la utilizó como escape.

El punto es tener una buena comunicación, permitir y promover hablar de lo que sucede emocionalmente en ambos. Lo que llamamos fortalecer los orgasmos afectivos y espirituales al terminar el acto coital. No solo quedarse con la sensación física, sino hablar de cómo se sintieron.

Puede ser que alguno tenga una adicción a la masturbación y necesite apoyo TERAPÉUTICO y no se había dado cuenta.

Cuando es adicción es escape a algo emocional. En ocasiones se puede utilizar la masturbación para no estar con la pareja, entonces es síntoma de que algo sucede. No hay que alarmarse. Hay que… HABLAR

S.M. ¿La masturbación puede llegar a perjudicar la relación de pareja?

M.M. La masturbación no es inadecuada, lo que es inadecuado es la interpretación. Por ejemplo, si uno de los dos solo usa la masturbación y no tiene contacto coital, entonces algo está pasando en el vínculo; es decir, no quiere conectarse. Ese es uno de los riesgos. Utilizar la masturbación para aislarse o como escape para no hablar de lo que les puede estar pasando emocionalmente.

El sitio web www.actitudfem.com recomienda que las mujeres debemos comprender este tema y si tu chico se atreve a abrirse contigo, debemos ser más consideradas pues no es una situación sencilla de hablar.

Además, indica que para él mantener un encuentro con su pareja es como comerse el postre antes de la comida, se le quitará el antojo, pero siempre querrá el platillo fuerte. Y finaliza con que: “la próxima vez que encuentres a tu chico “tocándose” una de dos, o te unes a él o lo dejas terminar; pero no creas que por eso te engaña o ya no lo atraes”. En todo caso, es mejor mantener una conversación larga y tendida…