
Whole30: la dieta de los millennials
He escuchado en más de una ocasión que los millennials -esos chicos y chicas nacidos entre los 1980 y principios de los 2000- son la generación que más obsesionada ha estado con la comida, y así lo demuestran constantemente subiendo fotos de sus platos favoritos en las redes e influyendo en las tendencias de nutrición de hoy en día. Tal vez por eso tuvo tan buena acogida el plan nutricional conocido como Whole30, de Mellissa Hartwig. Mellissa, una autora estadounidense, es la creadora de este programa tipo dieta paleolítica (paleo) que se explica y promueve en una serie de libros y el cual siguen miles de personas a través de los medios sociales. ¿Cómo surgió este plan? Hace seis años, Mellisa tenía un hombro inflamado y decidió dejar de consumir varios alimentos para ver si de verdad lograba reducir la inflamación. Al comprobar su éxito después de seis semanas, llevó la dieta durante 30 días y asegura que aumentó su energía, mejoró su estado de ánimo, su piel lucía diferente y hasta dormía mejor. Con la promesa de transformar la vida de quien la siga, surgió la dieta de 30 días Whole30.
¿En qué consiste el plan?
La idea bien podría ser una pesadilla para los nutricionistas, pues este plan propone eliminar los granos integrales, las legumbres (todo tipo de frijoles), los productos lácteos y, por otra parte, consumir una cantidad exagerada de proteínas y grasas, y no comer nada con azúcares añadidos, no beber alcohol ni fumar cigarrillos. No existen estudios que demuestren los impactos de la dieta, pero es cierto que algunos de los alimentos que prohíbe les pueden causar problemas a algunas personas. Sin embargo, el aumento favorable de frutas y verduras viene acompañado de una carencia de la energía que aportan los carbohidratos de otros alimentos, y el peligro de descalcificación, problemas renales, deshidratación y exceso de ácido úrico, que es lo que trae consigo una dieta con demasiada proteína.
Solo un mes, pero…
Las carencias nutricionales pueden causar pérdida de masa muscular y afectar el estado de ánimo, pero algunos expertos aseguran que al ser un plan por un tiempo limitado eliminar alimentos no es tan riesgoso para la salud, aunque tampoco solucione ningún problema. Pero, ¿qué sucede después de los 30 días? ¿Cómo reacciona el cuerpo al volver a ingerir carbohidratos? Los nutricionistas alertan sobre la posibilidad de que comience a acumularlos por estar acostumbrado a vivir sin ellos… y se empiece a engordar.
Posibles peligros
- Eliminar grupos de alimentos como los granos y los lácteos puede causar deficiencias de minerales y vitaminas.
- El consumo de grasas saturadas puede hacer aumentar el colesterol.
- Sin granos y legumbres, disminuye el consumo de fibra dietética.
- Este programa es difícil de mantener y puede provocar oscilación de peso (el conocido efecto yoyo).
¿Vale la pena?
Tal vez como experimento, pero debes tener en cuenta que las afirmaciones de este plan se basan en testimonios, no en pruebas científicas. Por otra parte, es importante que consultes con un médico o un dietista antes de hacer cambios en tu alimentación, y eso es algo a lo que este plan no le da mucha importancia. Infórmate bien, tu salud es lo primero.
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