
Cómo elegir un buen colchón y cada cuándo cambiarlo
Elegir un buen colchón va más allá del precio y marca. Su firmeza y material de fabricación son elementos que también deben ser tomados en cuenta a la hora de comprar uno.
Sabemos que tener una buena noche de sueño es importante para llevar una vida sana, rendir en nuestras actividades diarias y sentirnos bien. Y muchas veces, tener un mal colchón es la causa principal por la que no estamos descansando por las noches.
Adquirir un colchón nuevo es una de las inversiones más grandes para una familia. Por ello, debes analizar muy bien tu compra para elegir el que se adapte a tus necesidades. Aquí te decimos cómo.
Tipos de colchones
Al comprar un colchón nuevo es posible que te sientas abrumada con la enorme variedad que estilos y marcas hay en el mercado. No obstante, a continuación te describimos los tipos más comunes según reporta la organización de consumidores en España, OCU:
De muelles o resortes: se adaptan bien a la forma del cuerpo, no guardan calor y aíslan bien el movimiento, lo que los hace la opción perfecta para las parejas. Su diseño ha mejorado con el paso de los años y, lejos de los colchones de resortes que todos tuvimos en la infancia, ahora podemos encontrar modelos reforzados y acolchados que se adaptan mejor a las curvas naturales del cuerpo.
De espuma poliuretano: fabricado con capas de poliéster y poliuretano que pueden brindar poca o mucha firmeza. Son fáciles de manejar y no guardan calor. Aquellos de baja densidad se recomiendan sólo para camas de huéspedes ocasionales.
De espuma viscoelástica: también conocido como memory foam, este tipo de colchones se amolda al cuerpo gracias al calor y presión corporal. Esto permite una buena distribución del peso y un acomodo preciso. Son ideales para quienes deben pasar mucho tiempo en cama en una misma postura.
De látex: estos colchones ofrecen un soporte bastante firme, pero al mismo tiempo son flexibles a la hora de cambiar de posición. Por ello, son perfectos para quienes se mueven mucho por las noches. También son buenos aislantes del calor y se recomiendan para personas con asma o alergias respiratorias. Las personas alérgicas al látex deben evitar este tipo de colchones.
¿Qué debes tomar en cuenta antes de comprar un colchón?
Lo primero: cómo duermes.
La posición en que duermes juega un rol muy importante a la hora de elegir colchón. Si no tienes buen soporte a la hora de dormir, tu cuerpo puede sufrir lesiones y dolor.
Si duermes bocarriba, debes optar por colchones firmes o duros que permitan un buen soporte a tu espalda, según recomienda el portal Healthline. Aquellos suaves causan que tu cuerpo se hunda generando más presión sobre tu espalda baja.
Si duermes de lado, igualmente debes buscar un colchón que brinde soporte, pero sin llegar a ser muy duro. Esto permite una buena alineación de tu cuello, hombros, columna y rodillas. Los colchones de espuma viscoelástica son una buena alternativa para quienes duermen de costado.
Si duermes bocabajo, se recomienda es que cambies tu postura al dormir ya que ésta causa dolores y lesiones a largo plazo. No obstante, puedes optar por colchones firmes de espuma o híbridos para evitar lesiones en tu cuello y espalda.
Si durante la noche cambias constantemente de posición, los colchones de firmeza media serán perfectos para ti. Elige los fabricados en látex y otros tipos de espuma, pero evita la espuma viscoelástica ya que guarda la forma y puede ser incómoda a la hora de cambiar de postura.
¿Cada cuándo debes cambiar tu colchón?
Aunque con el paso del tiempo todos los colchones pierden firmeza, un colchón dura alrededor de ocho años según las recomendaciones de cada fabricante. No obstante, expertos coinciden en que no se deben dejar pasar más de 10 años para cambiar tu colchón.
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