
Las 7 zonas más erógenas de tu cuerpo
A veces, una mirada profunda o una sonrisa nos basta para dejarnos todas alborotadas y excitadas. Pero cuando se trata de erotizarnos, no hay nada mejor que conocer nuestra anatomía y saber cómo sacar provecho de nuestras zonas erógenas.
Cada zona erógena responde en forma diferente al contacto: en algunas partes las vibraciones son más efectivas; en otras, se necesita un poco de presión y en otras, solo bastan las caricias.
Recuerda lo que sientes cuando te acarician la parte interior de los muslos y cuando la mano de tu pareja sigue subiendo. Hay muchas zonas erógenas que en la rutina dejamos de lado y no les sacamos provecho. Lo cierto es que esas zonas erógenas que olvidamos a veces son las que pueden convertir un acto sexual en un memorable e increíble momento de placer.
Conoce tu mapa erógeno
La parte interior de tus muslos: Esta zona es muy sensible a las caricias y al contacto con la lengua. Aquí no se necesita presión, solo delicadeza y dedicación.
Detrás de las rodillas: Quizá una de las zonas erógenas más olvidadas, pero que es hora de “revivir”. Tenlo en cuenta para tu próxima vez…
La cola y los cachetes: Si tu hombre te da una palmadita cuando te le cruzas por el camino o cuando te agachas a recoger algo, síguele el juego. Si te gusta el sexo anal, esta puede ser una de las formas de dárselo a entender, dejando que juegue y explore con tu cola. Recuerda lo importante que es estar lubricada y preparada para la penetración por detrás para que el placer sea de los dos.
El cuello: Que solo acerque su boca a la parte del costado de tu cuello ya te dará excitación si se trata del hombre que te gusta, claro. Deja que juegue con su boca y su lengua hasta llegar a tus orejas, otra zona erógena que siempre es usada al principio de una relación, pero que con el tiempo pasa a segundo plano.
La boca: Podemos decir que todo empieza con un beso. Besar es tan excitante que puede erotizarte por horas, obviamente si tu hombre sabe besar y no solo te besa rápido para desnudarte y penetrarte sin juego previo. Usa la boca, besa más y gozarás mejor.
Las muñecas: Oh yeah, las muñecas son zonas erógenas a las que muchos hombres y mujeres no saben cómo sacarle provecho. Caricias y el contacto del hombre con tus muñecas es una parte del juego previo que vale la pena probar.
Pechos y pezones: Una de las zonas erógenas más populares, por así decirlo, reaccionan al tacto y a la presión. El uso de la lengua o los dedos de tu amante pueden despertar tu excitación de una forma mágica. Deja que tu hombre juegue con tus pechos y disfruta.
Vagina: Aunque muchas mujeres tienen dificultad para alcanzar el orgasmo vaginal, eso no significa que la vagina no sea una zona erógena. Tu hombre tiene que tomarse el tiempo de conocer tu vagina y reconocer tus reacciones a sus dedos, labios, lengua o hasta juguete.
Clítoris: El órgano de placer por excelencia femenino es la fuente de orgasmos y la zona erógena número 1. Ya sea con el dedo de tu pareja, la lengua, tus dedos, o un vibrador, el clítoris responde a la presión y a las vibraciones de una manera única, dándote el tipo de placer que quieres sentir por horas.
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