Maite Perroni: ¡Su carrera es imparable!

16 de septiembre de 2021

Por: Almudena Romero

La segunda temporada de “El juego de las llaves” se estrena este 16 de septiembre por Pantaya con Maite Perroni como protagonista. Estos nuevos capítulos traen incorporaciones como Christian de la Fuente, Alejandra Guzmán y Laura León, entre otros.

Con la actriz Maite Perroni hablamos en exclusiva a continuación:

Siempre Mujer: ¡Enhorabuena Maite! Después del gran éxito de la primera temporada de “El juego de las llaves” nos vienes a presentar esta segunda parte, ¿qué nos puedes anticipar sobre ella?

Maite Perroni: Creo que es una gran temporada. Creo que es una temporada donde vamos a ver a cada uno de los personajes viviendo las consecuencias de sus decisiones. Es como haber visto en la temporada número uno que todos venían de relaciones monógamas, más estables y de pronto, deciden jugar, dan el paso y ¡boom!, suceden muchas cosas. En cada pareja viene un cambio, una situación distinta porque al final de cuentas, en la vida, las circunstancias no determinan los mismos procesos para todas las personas.

S.M.: ¿Y cómo van a cambiar estas decisiones a tu personaje?

M.P.: Por ejemplo, para Bárbara (Fabiola Campomanes) y Leo (Hugo Catalán) el entrar al mundo swingers se convierte en algo que los potencializa, los une, los llena de sexualidad, erotismo … Les va increíble y dicen que esto está muy bien. Mientras que para Adriana (Maite Perroni) y para Oscar (Humberto Busto) es todo lo contrario, se desmorona su matrimonio, la relación con su hija, pierde a su mejor amiga, su trabajo… Es como si tuviera que volver a empezar. Lo que me parece muy interesante, en cuanto a la historia de mi personaje, es que a pesar de las circunstancias se da la oportunidad de seguir con ese proceso. Ella sabe que las cosas no están en su mejor momento y que tiene que reacomodarlas. Cómo volver a empatizar con Óscar, cómo volver a conectar con su hija o cómo retomar su parte profesional, pero su proceso personal y lo que ella está viviendo, lo sigue defendiendo. Ella sabe que tiene que reencontrarse, tiene que definir que es lo que quiere para su vida, para saber cómo compartirse en pareja y sexualmente. Entonces, es muy interesante y creo que la segunda temporada está llena de cosas muy divertidas, de comedia, pero también de emociones. Son historias de seres humanos que están pasando distintos procesos a partir del “Juego de las llaves”.

SM. ¿Te ha hecho la serie pensar de manera diferente sobre estos temas?

M.P.: Me ha hecho reconocerme como una persona bastante abierta con respecto al tema, con respecto a que hay que respetar lo que cada quien quiera vivir en su vida y que lo importante es la comunicación y la claridad que exista entre cada pareja. Mientras que eso sea así, creo que nadie tenemos derecho a juzgar la vida del otro porque mientras las dos partes, o las tres, o las que sean estén bien y sean congruentes con lo que deciden, nadie más tenemos derecho a opinar. Lo más importante es la comunicación y la verdad. Y hablando personalmente, nada más es reafirmar que en este momento de mi vida o hasta el día de hoy, no me veo viviendo esta situación. No se si tuviera la capacidad de hacerlo. No soy tan compartida o hasta ahora no he tenido esa necesidad, pero me encanta contar estas historias porque es el mundo real, el mundo en el que vivimos y que creo que hay que seguir fomentando la información y la educación sin tratar de aleccionar a nadie, pero sí llevando temas de conversación que nos permitan respetar y ampliar nuestra mente y entender cómo funciona el mundo. Al final lo más importante es la comunicación, la verdad. Es mucho más honesto ser quien eres, que pretender ser lo que tienes que ser.

S.M.: Maite, vemos que no paras de proyecto en proyecto. ¿Te da tiempo para tener un espacio para ti?

M.P.: ¡Difícil! A veces es difícil. Cuando trato de tenerlo y me escondo es como que todo el mundo se enoja conmigo porque es como que me dicen, “¡no me contestas!, ¡no me hablas!, ¿dónde estás?” (ja,ja,ja). Pero soy una mujer afortunada. La verdad que no me puedo quejar. Hago lo que me gusta y he disfrutado también de todo este proceso de ir formando esta carrera y hacer lo que me apasiona. Es una bendición poder hacerlo.