
¿Cómo vivir una sexualidad sana?
Creemos que tener una sexualidad “sana” es sinónimo de prevención de embarazos no deseados o de enfermedades de transmisión sexual –al menos eso fue lo que a muchos nos enseñaron en el colegio, entre otras cosas– pero la sexualidad sana va más allá de la esfera de lo físico o de las imposiciones sociales.
Hay muchas teorías o formas de ver la sexualidad, para la Organización Mundial de la Salud el concepto de sexualidad sana, “representa un lenguaje de amor, que permite la comunicación afectiva y física entre dos personas, y que, a lo largo de nuestra vida, aprendemos y perfeccionamos, desarrollando conductas que nos permiten un comportamiento sexual basado en una determinación personal inteligente, libre y voluntaria”.
Para varios terapeutas sexuales y psicólogos como Silvia Sanz García, directora de la Clínica Psytel, en Madrid, la sexualidad sana es, “tener relaciones respetándose mutuamente, disfrutando del sexo, practicándolo de modo seguro y con protección, y sin hacer nada que no se desee”. A través de sus estudios sobre sexualidad, Sanz comparte una lista de consejos básicos para disfrutar de una sexualidad sana en pareja y de manera individual:
• Conócete a ti misma. Te ayudará a ser feliz con tu cuerpo, a saber, qué te gusta y a expresarlo a tu pareja sexual.
• Infórmate. El conocimiento sobre cualquier tema aporta valor a nuestra forma de actuar y disfrutar. Así, entendemos nuestras necesidades y las de los demás de una manera más correcta. Además, te ayudará a evitar riesgos, favorecerá tu sexualidad y mejorará tu bienestar.
• Comunícate. Es la forma de evitar malentendidos con tu pareja y mejorará la calidad del encuentro sexual.
• Evita las prácticas de riesgo. Especialmente si no tienes pareja estable, utiliza un método anticonceptivo y preservativos para evitar las enfermedades de transmisión sexual.
A esta lista también podemos añadir la importancia de evitar las relaciones toxicas o de abuso. José Luis Casado Santamaría, sexólogo y terapeuta del Centro Sexológico Senso, de Valladolid, explica que para disfrutar plenamente de la sexualidad, “toda relación de pareja debe ser una relación entre iguales, consentida por ambas partes, sin presión, chantaje o violencia”.
¿Y los beneficios cuáles son? Como ya nos referimos no se trata solo del plano físico, el Instituto Centta en un articulo sobre “Beneficios de una vida sexual sana” enumera varias de las ventajas que tiene la practica de una sexualidad consciente:
– conocer tu cuerpo
– saber qué te gusta y qué no
– elegir un método anticonceptivo y decidir si deseas tener hijos o no
– poder decidir qué hacer, cuándo y con quién
– elegir correctamente a la persona con quien quieres estar
– aprender a decir no
– evitar infecciones de transmisión sexual.
Por su parte el filosofo y educador Chamalú, ofrece una vista de la sexualidad sana como algo sagrado, algo que va más allá del erotismo, “una danza cósmica entre dos cuerpos”, que solo la vivirán los que se atreven a conocerse y a aceptarse a sí mismo, los que viven su sexualidad con respeto y coherencia, honrando al otro y honrándose a sí mismos.
El siguiente es un aparte de su artículo “En pareja se sana”. “¿Sabías que en las culturas ancestrales la sexualidad es la energía más poderosa y es capaz de auto sanarnos? Lo sexual pertenece al ámbito de la magia, donde el ritual se inicia con la caricia que desparramará ternura, después de haber arrojado al miedo por la ventana […]. Hacer el amor es permitir que el amor te haga, es saborear cada momento al punto de convertir cada verso en movimiento, cada movimiento en caricia, cada caricia en energía luminosa, donde nazcan nuevas estrellas. […] La pareja, la sanadora, disuelve las huellas de infelicidad que otros dejaron, clausura oscuridades y llena de amor las sombras. […] En pareja sanan heridas al encarnar el amor transparente y una sexualidad hecha magia que hace del encuentro un ritual. Sabe que estar juntos es compromiso de vuelo y crecimiento”.
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