
Los actores Nicolás Vázquez y Gimena Accardi llegan a casa tras el derrumbe del edificio de Surfside
La pareja de actores argentinos Nicolás Vázquez y Gimena Accardi salvaron su vida de milagro, iban a entrar a la 1:30 de la madrugada en el edificio Champlain Towers de Surfside cuando se derrumbó.
La pareja se hospedaba en uno de los apartamentos que se derrumbó, pero en el momento en el que ocurrió el percance estaban fuera. El dueño del departamento narró al diario ‘Clarín’, “Hay tres argentinos que están desaparecidos, pero no sé cuántos más argentinos hay. Hay tres desaparecidos que son mis amigos”.
El hombre continuó, “Te digo una cosa: los que se salvaron, porque Dios es grande, son Nico Vázquez y Gimena Accardi. Ellos son los que se salvaron, estuve con ellos recién. Estaban en un departamento que les presté”.
“Se subieron al ascensor y sintieron un movimiento y escucharon ruido. Gimena le dijo a Nico ‘salí del ascensor’. Ella se golpeó y tiene un chichón, un huevo así en la cabeza. Pero están bien. Se fueron ellos por sus propios medios al Aventura Hospital”, precisó el dueño del departamento.
Más tarde la pareja se reportó por medio de su cuenta de Instagram, “Gracias a Dios nosotros estamos bien, gracias por la preocupación”, escribió Vázquez; “Nosotros estamos bien, gracias por preocuparse”, compartió Gimena.
En un audio compartido con la prensa, Nicolás contó cómo fue su terrible experiencia de la que afortunadamente salieron vivos:
“Veníamos de cenar, estacioné el auto como siempre en la cochera, escuchamos un ruido muy muy fuerte, pero no llegamos a entender qué pasaba. Y en diferencia de 6 – 7 segundos que subimos al ascensor, se movió el ascensor, paramos en el lobby como siempre, y arrancó una polvareda muy fuerte, un estruendo muy fuerte, no entendíamos qué pasaba. Si era un tornado, un ataque, lo más parecido a lo que es una película”, expresó.
“Empezamos a correr junto con tres o cuatro personas más, no éramos muchos, que estaban desbordados por los nervios, obviamente. Y ahí recién entendimos que se había caído parte de lo que era el estacionamiento: muchos autos hundidos, alarmas sonando. Gime me hace caer en la cuenta de lo cerca que habíamos estado de no contarla. Y pasan entre dos o tres minutos más de no entender bien, en un estado de shock que estábamos viviendo, y ahí le digo a la gente, porque estaba muy nerviosa, y a Gimena, principalmente, que cruzáramos. Ahí se escucha un estruendo imposible de relatar: no lo habíamos escuchado nunca en nuestras vidas, era como en las películas, como si fuera una especie de terremoto, de ataque, de… no sé. Lo que ven en las imágenes”, añadió.
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